Hay muchos lácteos ligeros y ricos en proteínas, calcio y
vitamina B12 que te ayudan a tener una buena alimentación deportiva. Descubre
las propiedades nutricionales de lácteos y quesos, tan útiles para el
deportista.
Los quesos frescos son una alternativa semisólida a la leche
y se obtienen al cuajar la leche de vaca, oveja, cabra, búfala y otros
rumiantes. Antiguamente no existía el proceso de pasteurización de la leche y
ésta era un alimento que se contaminaba fácilmente y podía provocar
enfermedades, por lo que los quesos eran la forma más segura de alargar la vida
de los lácteos para conservar un alimento tan nutritivo y al mismo tiempo
disminuir el riesgo de infecciones. Los quesos frescos se obtienen al cuajar la
leche con cuajo animal o vegetal (o algún sustituto) y acidificación, no suelen
sufrir la maduración posterior que da quesos más duros. En algunos de ellos
(los de sabor ácido, en general) ha habido fermentación láctica por bacterias
que intervienen en el proceso y que transforman la lactosa en ácido láctico y
dan el sabor característico y la acidez de los quesos frescos.
La ventaja de los quesos frescos frente a los curados es que
aportan menos calorías, al tener menos grasa, y un mayor contenido en agua,
también contienen menos sodio. Como los otros lácteos son alimentos ricos en
proteínas (12% en general), de alta calidad biológica, con todos los
aminoácidos esenciales y en una proporción adecuada para una buena asimilación.
También aportan calcio aunque en menor cantidad que los curados, pero la
ventaja del fresco es que al tener menos grasa, el calcio se absorbe mejor en
el intestino porque no se forman compuestos insolubles. Los quesos frescos
también son una fuente de vitaminas B, magnesio, fósforo y selenio.
Otra buena razón para tomar quesos frescos es que suelen
producir menos alergias o intolerancias y son más digestivos, por lo que son un
sano sustituto a la leche líquida.
Leche, es el
lácteo por excelencia, el primer alimento que tomamos al nacer y que nos define
como animales mamíferos. La leche ha pasado una mala época por ser un alimento
rico en grasas saturadas, pero no debemos olvidarnos de sus propiedades
nutricionales y de que somos una cultura tradicional lechera.
¿Qué te aporta?
Cien gramos de leche entera te aportan 64 calorías, 3,3 g de proteínas y 3, 5 g
de grasas con 120 mg de calcio y 33 mcg de vitamina A. La misma cantidad de semidescremada
aporta la misma cantidad de calcio pero baja a 47 calorías, con 3,4 g de
proteínas y 1,5 g de grasas. Y a igual de leche descremada, bajamos a 35
calorías, 3,5 g de proteínas y 0,1 g de grasas. Al quitar la grasa lo que
perdemos son las vitaminas A y E
Consejo H.E.V.S:
escoge leches de origen ecológico y lo menos procesadas posible, para tener una
bebida natural. Y recuerda que un vaso de leche con cacao es un batido de
proteínas casero que te hidrata y alimenta tus músculos después de entrenar.
Yogur, es el
lácteo más digestivo de todos y tiene un gran interés nutricional por sus
propiedades nutritivas. En realidad no es un queso sino un lácteo fermentado
por bacterias del tipo Streptococcus y Lactobacilus, que convierten el azúcar
de la leche o lactosa en ácido láctico y le dan ese sabor ácido y sus
propiedades prebióticas. Es uno de los pocos alimentos "vivos" porque
las bacterias del yogur no se pierden si se mantiene el proceso de
refrigeración y te ayudan a mantener y repoblar la flora bacteriana del sistema
digestivo.
¿Qué te aporta?
Un yogur normal de 125 g aporta una media de 69 calorías, con 4 g de proteínas
y 137 mg de calcio. Un yogur descremado aporta unas 35 calorías, con 6 g de
grasa y 120 mg de calcio.
Consejo H.E.V.S:
Escoge siempre que puedas yogur griego natural sin azúcares añadidos y
acostúmbrate a su sabor para aprovechar los beneficios de las bacterias.
Procura tomar entre uno y tres yogures al día, descremados si estás perdiendo
peso, y mejor tomar yogur entre las comidas principales o por la mañana en
ayunas.
El queso cottage
Algunas veces conocido como requesón, el queso cottage es
una variedad de queso fresco de consistencia cremosa y ligeramente granulada,
que en muchas ocasiones suele ser catalogado como uno de los quesos más
saludables.
Si bien existen otras variedades que también aspiran a
poseer esta categoría, lo cierto es que el queso cottage posee varios
beneficios para la salud, que han permitido añadirlo en numerosos tratamientos
alimenticios.
¿Qué te aporta?
Es uno de los quesos más bajos en calorías con tan sólo 109
calorías por 100g, que aporta casi 4 veces más proteínas que la leche ya que se
elabora con el suero láctico. También es rico en calcio y vitamina B12.
Además de un valor nutricional valioso, el consumo del
consumo de queso cottage se ha popularizado entre deportistas y personas que
buscan adelgazar debido a su bajo contenido en calorías y prácticamente sin
grasa. Aunque es muy rico en proteínas, por lo que se convierte en un alimento
fácil de consumir, muy nutritivo, y que no afecta el peso o el rendimiento
físico.
Además, al poseer un alto contenido de caseína, una proteína
de digestión lenta, permite mantener la sensación de saciedad por más tiempo.
Esto, sin dudas, resulta beneficioso si se quiere evitar el aumento de peso y mantenerse en forma.
También presenta un valioso aporte de calcio al cuerpo, que
ronda el 10% de las cantidades recomendadas al día por cada taza de queso
cottage, favoreciendo así la salud ósea y muscular, estimulando el crecimiento y regulando la
presión arterial.
En cuanto a los carbohidratos, unos nutrientes que por
muchos motivos se instan a reducir su consumo, se presentan en muy baja
cantidad en el queso cottage. Es un motivo más por el que se lo añade en muchas
dietas de personas convalecientes o bajo tratamiento médico.
Consejo H.E.V.S: Las posibilidades gastronómicas son enormes a la hora de
consumir el queso cottage. Pueden utilizarse tanto sustituyendo salsas y
aderezos como acompañando tostadas o pan integral, para saborizar guisados o
como relleno de comidas. Claro que también se lo puede consumir en forma
directa.
También un buen alimento para comer de postre o entre las
comidas principales o un par de horas antes de entrenar. Prueba a tomarlo con
miel y sésamo, para tener un tentempié a media mañana o media tarde ligero,
rico en proteínas y calcio.
Pero, por sobre todo, esta variedad de queso resulta un
alimento sabroso y muy fácil de consumir. Aporta un valor energético adecuado y
no compromete nuestra ingesta de calorías, grasas o carbohidratos, por lo que
resulta ideal para mantenerse en forma y saludable.
Un saludo.
H.E.V.S








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