Nuestro cerebro es una máquina perfecta nutrida no sólo de
neuronas y células gliales, en él se almacena un tesoro preciado de
experiencias y recuerdos que conforman gran parte de lo que somos, un arcón
fascinante donde introducir nuevas cosas cada día con las que ejercitarlo y
engrasar aún más los motores de su salud.
Cuida tu alimentación
El cerebro es un órgano que requiere mucha energía, de hecho
él solo necesita de un 20 a un 30% de las calorías que ingerimos. Pero eso sí,
debemos evitar consumir demasiadas grasas y aún menos alimentos
industrializados, ya que ellos dificultan a largo plazo el mantener una buena
salud cerebral. Los nutricionistas recomiendan los siguientes elementos
químicos que podrás encontrar en los alimentos recomendados:
Triptófano: Básico para el aprendizaje. Se encuentra en
alimentos como pescado, huevos, frutos secos, banano, piña y aguacate.
Colina: La soja y el huevo son ricos en estos elementos,
esenciales para la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos
L-glutamina: Sirve para
construir ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro, nos ayuda a tener
buen humor y sentirnos mejor. Las
encontramos en las semillas de ajonjolí y girasol.
Flavanoides: Básicas para la sinapsis de las neuronas, reducen
el envejecimiento neuronal y mejoran la memoria, los puedes encontrar en las
alubias (frijoles) el chocolate y el vino tinto.
Ácido alfa lipoico: Esencial también para las neuronas, combate
el estrés y neutraliza los radicales libres. Están en los vegetales verdes como
la espinaca, la lechuga, las coles, brócoli…
Vitamina E: Es esencial, nos ayuda en la actividad neuronal y
previene la oxidación de las membranas neuronales. Puedes encontrarla en el curry, espárragos, aguacate, nueces,
cacahuates, aceitunas y aceite de oliva.
Realiza Actividad física
Con frecuencia la preocupación por la salud cerebral se
inicia a edades avanzadas, pero un estudio publicado recientemente en la
American Heart Association nos dice que debemos movernos hoy para cuidar
nuestro cerebro a futuro.
La investigación evaluó a más de 1200 participantes cuando
tenían 41 años, realizando una prueba de esfuerzo físico y posteriormente, se
relacionaron los resultados con la capacidad cerebral a los 60 años. Al
parecer, quienes tuvieron peor forma física a los 40 tenían menores volúmenes
cerebrales a los 60.
El ejercicio físico regular no sólo beneficia nuestro
cerebro de inmediato mejorando la concentración y la memoria, sino que produce
cambios vasculares positivos que protegen nuestro cerebro a futuro, reduciendo
la pérdida de volumen y conservando su tamaño a pesar del paso de los años.
Por ello, aunque el envejecimiento cerebral es un proceso
natural que se produce con el paso del tiempo, si nos movemos más hoy y
siempre, podemos reducir la pérdida de volumen cerebral y así, conservar sus
funciones a futuro.
Ya sabes, no sólo para cuidar nuestra estética y nuestro
estado de ánimo resulta de gran ayuda el ejercicio regular, sino que también
movernos hoy y siempre de manera regular puede cuidar nuestro cerebro, ahora y
a futuro.
Si quieres envejecer saludablemente, conservando tu cerebro
y tu cuerpo en forma, comienza desde ahora a practicar la actividad que más te
guste, e intenta ser constante en su práctica.
Un saludo.
H.E.V.S
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