Terminar una actividad física cualquiera que sea donde
necesitamos tener nuestra energía a tope, transformar tu físico... Puedes
conseguir todo lo que te propongas. Siempre que sigas estos consejos, claro.
Seguro que has estado a punto de tirar la toalla más de una
vez, ¿verdad? Es normal. Todos pasamos por momentos difíciles en que todo
parece confabularse para que no consigamos los objetivos que nos hemos puesto y
por los que luchamos cada día. ¡Pero nunca está todo perdido! HABITOS Y ESTILOS
DE VIDA SALUDABLE, te ofrece las claves para mantenerte en la brecha pese a las
dificultades y lograr tus metas.
Fortaleza mental: la
mejor cualidad de todas
Con toda seguridad, habrás oído o utilizado el concepto de
fortaleza mental en algún momento de tu vida deportiva o personal como un
concepto fundamental para superar diferentes obstáculos, ser feliz y lograr tus
objetivos. ¡Yo estoy muy de acuerdo! La fortaleza mental es, posiblemente, la
capacidad más importante para lograr la excelencia en todo aquello que te
propongas.
A priori, se trata de algo complicado de definir y que se
utiliza de una forma poco precisa, muy liberal y muchas veces equivocada.
Tampoco ha significado siempre exactamente lo mismo. De hecho, el concepto ha
evolucionado. Cattell (1957) afirmó que se basaba en la autoconfianza y
madurez… aunque también en ser inflexible, cínico y rudo. Esto último se aleja
bastante del concepto actual (Giesenow, 2011), ya que se han ido integrando
atributos como flexibilidad, fortaleza y sensibilidad emocional, además de
motivación, disciplina o perseverancia.
Pero, ¿qué necesitas
en realidad para mejorar tu fortaleza mental? Toma nota de lo siguiente:
Cree
incondicionalmente en ti mismo. Tienes habilidades que, junto con mucho
trabajo, te harán superar cualquier obstáculo. Un cierto grado de arrogancia
controlada te empujará a confiar en tu potencial. Eso sí: sin disciplina, no esperes nada.
Ten un deseo continuo
por conseguir aquello que buscas. Entiende e interioriza los motivos por
los cuales quieres llegar a la meta.
Visualízate logrando tu objetivo.
Contrólate. No te
frustres cuando te equivoques. Descansa,
analiza y aprende de los fallos. Además, deberás entender que pueden
aparecer situaciones inesperadas, que superarás siendo tolerante, capaz de
controlar la situación y reconduciéndola de nuevo. ¡Tómatelo como un reto más!
Concéntrate. Céntrate
en la tarea, elimina cualquier distracción. Esos segundos de más en las
recuperación entre serie y serie, o esa falta de atención en un movimiento
concreto te debilitan y te alejan un poco más de tu meta.
Blíndate. Tú eres
el protagonista. Detecta los comentarios y todo lo que creas que te causa un
sentimiento inapropiado y cámbialo o, directamente, deséchalo.
Sé paciente y
disciplinado. Cada etapa requiere un esfuerzo y un tiempo relativamente
lógico. Proponerte objetivos a corto plazo con la finalidad de alcanzar la meta
final es una buena idea.
Controla el dolor. Aunque ames tu disciplina deportiva,
puedes estar seguro de que vivirás momentos físicos y metales difíciles.
Convive con ello, pero no descuides nunca la técnica y el control del
ejercicio.
En mi opinión, una persona fuerte mentalmente siempre se
muestra apasionada con todo lo que hace, es abierta de mente y utiliza sus
miedos como nuevos retos. Y es más propensa a ser feliz.
Un saludo.
H.E.V.S
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