Los colorantes artificiales son adictivos presentes en los
alimentos industrializados, como masas, pasteles, margarinas, helados, bebidas
gaseosas, gelatinas, galletas, entre otros. Existen varios tipos de colorantes,
pero los más comunes son los artificiales. Estos no cuentan con ningún tipo de
valor nutritivo y su única función es dar color a los alimentos; una gelatina
de fresa sin color no tendría gracia, por ejemplo.
Este tipo de alimento, consumido con frecuencia, puede
interferir en el proceso metabólico incluso neurológico. Los adictivos también
pueden desencadenar alergias, irritación estomacal y perjudicar la piel.
El colorante natural es derivado de plantas, animales y
minerales mientras el colorante artificial es elaborado a partir de compuestos
químicos que alargan la duración del alimento y crean una apariencia más
atrayente.
Pese a sus maleficios, es posible convivir con los
colorantes artificiales de forma saludable. Los colorantes presentes en los
pudines en polvo y yogures son los más peligrosos. Siendo así, prefiera los
preparados caseros, una cuajada con frutas frescas es mucho más nutritiva que
un yogur industrializado, por ejemplo.
Las gelatinas, caramelos y postres pueden provocar alergias
e incluso daños digestivos. Prefiera siempre una opción light de estos
alimentos e intercale las ganas de dulce con la ingestión de fruta fresca.
Las hamburguesas tienen glutamato monosódico, que refuerza
su sabor. Este componente ya fue acusado de ser cancerígeno, pero no hay
comprobaciones científicas. Lo mejor es preparar tus propias hamburguesas
caseras con carne picada fresca y hierbas.
Un saludo.
H.E.V.S



No hay comentarios.:
Publicar un comentario