¿Qué es la hormona
Grelina o Ghrelina y para qué sirve? Mejor conocida como la hormona del
hambre, esta es responsable de estimular el apetito, y es la que te indica cuándo comer. Como es
la responsable de provocar hambre, algunos ya la consideran como el villano. La
obesidad y la pérdida de peso son temas complicados, así que tal vez sería
reconfortante tener una hormona “villana” que estimula el hambre; de este modo
pueden centrarse en ella en relación al aumento de peso. Si queremos adelgazar
rápido veamos cómo funciona la hormona Ghrelina y su relación con la hormona
del crecimiento GH.
¿Y si por un día
pudiéramos crear nuestros propios cuerpos y cambiarlos a nuestro antojo para
mejorar nuestra naturaleza física? ¿De
qué forma podríamos mejorar nuestros puntos fuertes y abordar lo que vemos cómo
problemas? ¿Cómo podemos cambiar
nuestro cuerpo y mente para aliviar el estrés, la ansiedad y los problemas
físicos? En relación con el peso, probablemente haríamos más fácil y rápido
perder peso y grasa, con el fin de mantener nuestros cuerpos saludables.
Si tuviéramos este poder, quizás consideraríamos simplificar
las acciones hormonales que incitan y frenan el hambre para que estas acciones
queden bien definidas y comprendamos exactamente cómo perder peso. De hecho, en
la vida real, dos hormonas parecen estar directamente relacionadas con esta acción
en la alimentación y el peso. La grelina es la hormona del hambre y la leptina
es la hormona de inhibir o frenar el apetito. Muchos creen que estas hormonas
de “tener o no tener hambre” son
algo sencillo; una es buena y la otra es mala.
¿Qué es lo que quiere
decir exactamente que la grelina o ghrelina sea la hormona del hambre? La
hormona grelina, descubierta en 1999, se libera principalmente desde las
células del estómago y viajan hasta el cerebro. Allí interactúa tanto con el
hipotálamo (el centro de alimentación
fisiológico del cerebro) y los centros de placer del cerebro para estimular
el hambre.
A lo largo del día, los niveles de grelina naturalmente
experimentan cambios dramáticos, aumentando considerablemente antes de una
comida y luego cayendo en picada después de comer. La hormona estimula el
cerebro, lo que provoca un aumento en el apetito, ralentizando el metabolismo y
disminuyendo la capacidad del cuerpo para quemar grasa. Demás, favorece la
acumulación de tejido adiposo en la zona abdominal. En experimentos, pacientes
que recibieron inyecciones de grelina antes de una comida bufé comieron un 30%
más que el grupo de personas a los que no se les dio la hormona.
Como muchas cosas en la vida, que la grelina sea una hormona
del hambre, y por lo sea mala, no es tan evidente como parece. Considera, por
ejemplo, que los niveles de grelina en la sangre de individuos que padecen
obesidad son más bajos que los de personas delgadas. Esta conclusión es
contraria a las expectativas de que la obesidad podría deberse a niveles
excesivos de esta hormona. También se ha descubierto que individuos que sufren
de anorexia tienen altos niveles de grelina en la sangre, en comparación con
personas de pesos normales y delgados.
Los resultados sugieren que la grelina está inversamente
relacionada con la ingesta de calorías. Otros estudios han demostrado que
personas que pierden peso y tratan de mantenerse producen más de esta hormona
que antes de adelgazar, como si sus cuerpos estuvieran luchando por recuperar
la grasa perdida. Una explicación para estos hallazgos es que el exceso de peso
podría aumentar la sensibilidad a la grelina. Por ejemplo, puede haber más
receptores en personas afectadas por la obesidad de la hormona, así que no se
necesita no tanto de la hormona para estimular el hambre.
Para finalizar, aún no sé conoce qué tan importante es el
rol de la grelina en la alimentación diaria y en la pérdida-aumento de peso; se
requieren más investigaciones antes de sacar conclusiones contundentes sus
efectos. No obstante, si pudiésemos crear nuestros propios cuerpos, tal vez nos
gustaría simplificar las acciones de estas hormonas y superar los efectos de la
estimulación del apetito de la “hormona
del hambre”.
Más allá de este sueño, la realidad es que el cuerpo humano
tiene un complejo sistema de hormonas que interactúan en un sinnúmero de
maneras. Por lo tanto, es poco probable encontrar una relación single de
uno-a-uno entre estas hormonas y el peso, o que la grelina y la leptina probablemente son parte de una cadena de
procesos fisiológicos. Nos vendría bien “un
villano” al considerar los desafíos de la obesidad.
En el próximo artículo hablaremos en profundidad sobre la Hormona
Leptina la cual nos ayuda adelgazar y de los alimentos que la balancean.
Un saludo.
Juan Carlos.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario