El tipo y la cantidad de grasa y de sal o azúcar que
contienen las palomitas comerciales marca la diferencia entre un aperitivo
saludable y otro no recomendable.
Las palomitas se obtienen a partir de una variedad especial
de maíz que explota y se convierte en palomitas cuando se calienta a elevadas
temperaturas. Como alimento, 100 gramos de palomitas aportan una cantidad
modesta de calorías (370 Kcal/100 g), por lo que se considera como un aperitivo
bueno pero energético y, por ende, de consumo moderado.
En cuestión de nutrientes, y en esa cantidad, las palomitas
contienen hidratos de carbono (60 gramos) y proteínas (10 gramos), minerales
(fósforo, magnesio, potasio y más sodio cuanta más sal se les añada como
condimento) y vitaminas (grupo B). Un aspecto que destacan las últimas
investigaciones en torno a este aperitivo es su aporte de polifenoles que,
junto con su contenido neto en carotenoides, lo convierten en un snack que
proporciona una buena dosis de antioxidantes.
La cantidad de grasa de las palomitas varía mucho, de apenas
4 g/100 g si se cocinan sin aceite (o con una pizca), hasta 8 veces más (30,2
g/100 g) si se añade mucha cantidad de grasa (aceite o mantequilla) en su
elaboración o si se escogen las palomitas comerciales para cocinar al
microondas. Las palomitas al natural no aportan nada de colesterol, salvo que
se use mantequilla para cocinarlas.
Dado que su valor energético no es despreciable, se deben
consumir con moderación, en particular en caso de sobrepeso y obesidad. La
dificultad para muchas personas es que son una tentación, lo cual les lleva a
comer más cantidad de lo que podría ser una ración saludable. Una ventaja
añadida de las palomitas frente a otros aperitivos y snacks es que no tienen
gluten, por lo que su consumo es apto para quienes tienen celiaquía o
intolerancia al gluten.
Lo sano y natural es comer las palomitas hechas en casa a
partir de granos sueltos, al natural y en la sartén.
Un saludo.
Juan Carlos.


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