La alimentación, ese gran "pilar" del deportista y
al que no prestamos toda la atención que deberíamos
Cuidar tu alimentación no solo es elegir bien los alimentos
que consumes, algunas malas costumbres también pueden arruinarla. En H.E.V.S
les contamos algunas:
- Infravalorar el desayuno:
considerarlo una comida menor, en la que se pueden ingerir exclusivamente
hidratos de carbono y grasas. Se trata de una de las comidas más importantes
del día y debe contener proteínas. Llevamos muchas horas sin comer y las
necesitamos más que nunca.
- Comer "cuando puedes".
Debemos realizar al menos 5 comidas y con horarios regulares. Es imprescindible
respetar los horarios y el tiempo que les dedicamos a las comidas. Si vas “picando”, al final vas a comer mucho
más sin darte cuenta.
- No beber suficiente agua.
Mantenerse bien hidratado mejora la salud y además ayuda a controlar el
apetito.
- Comer de pie o realizar otras
actividades mientras comemos. Cuando estamos comiendo, estamos
comiendo. No debemos trabajar o ver la televisión. Cuando te concentras en lo
que comes, disfrutas más y comes menos porque te sacias antes.
- Comer chicle. Aunque
muchos lo comen cuando están a dieta, lo cierto es que produce hambre, porque
mascar prepara nuestro organismo para la llegada de comida. Para engañar a tu apetito entre comidas,
mejor elige meriendas sanas como una fruta con almendras o un yogur griego
natural.
- Dejar las "tentaciones" a
la vista. La digestión empieza con los ojos… así que es difícil
resistirte a los dulces y las chucherías cuando los tienes al alcance de la
mano.
- Darte un atracón antes de
acostarte. Comer mucho de noche dificulta la digestión y te
proporciona calorías de más justo cuando menos las necesitas.
Un saludo.
H.E.V.S
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