Quien está informado sobre las novedades de nutrición,
seguramente conoce los milagros del té verde. Pese a su sabor amargo, esta
infusión ha ganado miles de adeptos que buscan una vida más sana y, cómo no,
unos kilos de menos.
El té verde contiene cantidades considerables de diversos
nutrientes importantes para el organismo como manganeso, potasio, ácido fólico,
vitamina C, vitamina K, vitamina B1 y B2.
Además de añadir muchas vitaminas a nuestro cuerpo, el té
verde acelera el metabolismo, reduce el colesterol, protege el corazón y
retrasa en envejecimiento, entre otros. Conozca, estas y más curiosidades
interesantes sobre el consumo de té verde, como mejor horario para tomarlo o
como suavizar su sabor amargo, que seguramente no conoces:
Preparar infusiones de té verde industrializados, los que
encontramos en el supermercado, es menos beneficioso para el cuerpo que el té
verde preparado a partir de brotes y hojas de su hierba, la llamada Camellia
sinensis.
Los tés verdes
industrializados pierden parte de sus propiedades ya que la mezcla lleva
también el tallo de la planta, con menos nutrientes.
El té verde presenta en sus hojas cantidades de cafeína, así
que evita tomarlo antes de acostarte.
La cafeína tiene
efecto estimulante sobre el sistema nervioso y puede causar dolor de cabeza,
agitación, irritabilidad y aumento del ritmo cardiaco.
El sabor amargo del té verde puede ser suavizado si añades
otras hierbas o ingredientes a tu infusión. Añadir dos cucharas de miel, por
ejemplo, puede ser una solución. (Cuidado que la miel
es muy calórica). Puedes añadir unas hojas de hierbabuena, menta o
frutas, como fresas, manzana verde o mora, para dar un sabor refrescante. Limón también rompe el sabor amargo.
El té verde favorece el aumento del metabolismo y mayor
quema de grasas, debido a sus sustancias antioxidantes e incluso la propia
cafeína, que proporcionan más gasto calórico. Para ver mejores resultados debes
ingerir entre 5 tazas a 1 litro de té verde al día, por al menos tres meses
seguidos.
El té verde protege el corazón, reduciendo las
probabilidades de forma coágulos en las arterias, gracias a los flavonoides.
Estas sustancias mantienen las arterias flexibles, suavizando los impactos de
los cambios de presión arterial.
El té verde también impide la acción de los radicales
libres, retrasando el envejecimiento. Nutrientes como caroteno, vitaminas C y E
presente en sus hojas previenen las arrugas y favorecen la elasticidad.
El té verde también reduce el colesterol malo. Lógicamente
que solo no es capaz de nada, pero unido a una alimentación con baja cantidad
de grasas saturadas y grande cantidad de vitaminas y minerales puede ayudar a
controlar los niveles de colesterol.
El té verde también fortalece el sistema inmunológico debido
a los polifenoles, vitaminas C, B1, B2, manganeso, potasio y ácido fólico,
previniendo el organismo de infecciones, inflamaciones y enfermedades causadas
por virus, bacterias u hongos.
El té verde también protege contra el cáncer; la catequina y
bioflavonoides presentes en sus hojas bloquean las alteraciones celulares que
originan los tumores.
El té verde también puede tratar la depresión, debido al
aminoácido presente en el té verde que tiene efecto tranquilizante.
A tener en cuenta!!
Embarazadas,
hipertensos, personas con glaucoma o enfermedades psiquiátricas no deben tomar
el té verde, ya que este puede interactuar con algunos medicamentos ingeridos
por estas personas y provocar reacciones adversas.
Un saludo.
H.E.V.S
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