viernes, 17 de octubre de 2014

No te rindas.


Si te has planteado cambiar tus hábitos de modo saludable (haciendo ejercicio, comiendo saludable y teniendo una actitud positiva y para eso en tu plan para conseguirlo, has de sacar el tiempo suficiente para ello, por ejemplo.

La vida es sencilla, No te la compliques. Ten incentivos para la consecución de tus objetivos, y sobre todo no te rindas. Si quieres algo, si de verdad deseas algo con fuerza, lucha hasta conseguirlo. Ve y consigue aquello que quieres, pero porque lo necesitas. Necesitas conseguir ese algo. Ese algo es lo que proporciona sentido a tu vida porque previamente ya lo pensaste cuando pensaste en tus objetivos. Cuando dedicaste un tiempo a pensar en tus objetivos dijiste: esto es importante para mí. Si aún no lo has conseguido, eso sigue siendo importante para ti, seguro. No lo abandones, lucha hasta alcanzar la gloria. La gloria no es algo que esté al alcance de pocos, sino de todos. Todos somos capaces de conseguir aquello que nos proponemos si lo queremos realmente. No pases ni un sólo día de tu vida, ni una sola hora haciendo algo que no quieres hacer. Tu objetivo está contenido en el resto de tu vida.

Nada es tan difícil. Nadie va a desaparecer de la vida por ir a por su objetivo; nadie va a morir por intentar ser más feliz o simplemente por ser feliz. Vienes de un paraje oscuro, vienes de la desesperación, de la rutina, de la vida vacía, del tiempo desperdiciado, vienes de aquel sitio en el que nunca querrías haber estado. Ya has estado ahí, y si ahora ya no estás ahí y has cambiado de parecer es por un motivo, entre muchos otros: no te has rendido.

Si te rindes caes, si te caes y sigues rendido no te vas a levantar. No vas a pensar que haya ningún sentido en todo esto, pero créeme, lo hay. ¡Que la vida está hecha para vivirla! ¿Para qué si no estamos aquí? Para rendirse ya están las historias de los malos y las películas de los pesimistas, pero nosotros no somos así, ¿a qué no? Nosotros somos súper humanos que nos hemos dado cuenta que tenemos que ir poco a poco alcanzando sonrisa a sonrisa, triunfo tras triunfo, hasta llegar a levantarse y decir lo que todos los días me digo a mí mismo al despertar: hoy puedo morir, sé que soy feliz, pero hoy no voy a morir, hoy voy a disfrutar.

Rendirse no es la palabra de hoy, la palabra de hoy es lucha, sin duda. Lucha, combate, hazlo, consíguelo, triunfa, exígete, conquista, ámate. No te rindas hoy, porque si has llegado hasta aquí significa que nunca lo has hecho, ¿por qué hacerlo ahora? Es más, si yo he llegado hasta aquí, ¿por qué no ibas a hacerlo tú?



Y recuerda que el viento seguirá soplando, la lluvia cayendo y el Sol saliendo, pero nosotros siempre estaremos aquí.

Un saludo.

Juan Carlos.

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