Con la vuelta a la normalidad después de las vacaciones muchos
son los obstáculos que tenemos que salvar para poder seguir entrenando. Es que
la vuelta al trabajo y en la mayoría de los casos la familia, son algunos de
los motivos por los que dejamos de lado nuestro cuidado. Por ello en este artículo
nos vamos a detener en algunos consejos para conciliar al máximo el deporte con
las obligaciones y la vida familiar.
Es cierto que el día tiene 24 horas y no siempre podemos
sacar tiempo para todo. Al fin y al cabo simplemente pasa por saber
organizarnos de manera adecuada para así poder fijar los momentos adecuados
para entrenar. Con sencillos consejos lo conseguiremos sin que suponga un
sacrificio.
Saber el tiempo libre
que tenemos y emplearlo bien
Antes de nada es necesario que tengamos claro las horas de
sueño y las de trabajo. Son dos momentos que debemos respetar. Las horas de
sueño porque el descanso es fundamental y hay que dedicar mínimo 7 horas y las
de trabajo porque no podemos faltar. A partir de aquí bastará con configurar el
mejor momento para entrenar.
Si nuestra jornada laboral es partida y tenemos unas dos
horas para almorzar, podemos aprovechar ese tiempo para entrenar. Para ello lo
ideal es conseguir un gimnasio, un centro deportivo o un parque cercano al
trabajo para poder acudir. En el caso de entrar tarde a trabajar lo mejor es
acudir por la mañana a entrenar, antes de ir a trabajar, ya que de este modo será
lo primero que hagamos en el día, evitando tenerlo pendiente el resto de la
jornada.
El tiempo dedicado a
entrenar
Una vez elegido el momento adecuado para entrenar hay que
tener presente que con una hora es suficiente para trabajar la parte del cuerpo
que queramos, ya que no es recomendable dedicarle más tiempo, pues podemos caer
en el sobre entrenamiento.
Elegir un gimnasio cercano es esencial para reducir el
tiempo de desplazamiento y perder menos tiempo. Además, si tenemos cerca el
centro deportivo nos costará menos acudir y no tendremos excusas para dejar de
entrenar.
Deporte y familia
Si tenemos hijos y familia es importante que logremos
conciliar los entrenamientos con la atención a nuestros seres queridos.
Realizar actividades en las que los incluyamos es una de las mejores
alternativas, ya que de este modo lo que haremos será pasar más tiempo con
ellos y trasmitirles el amor por el deporte. Para ello podemos elegir
diferentes actividades que serán aptas para todos los miembros de la familia
como cualquier equipo grupal, la natación, el senderismo, la bicicleta…
Lo importante al fin y al cabo es saber conciliar lo mejor
posible el deporte con nuestra vida, y es que debe convertirse en algo
habitual, parte de la rutina y no una obligación que nos aleje de nuestra
familia y entorno.
Un saludo.
Juan Carlos.
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