Un buen entrenamiento comienza mucho antes de empezar a
cargar pesas, correr, saltar, etc. Para tener una sesión óptima que traiga
progresos y resultados de primer nivel es necesario prestar atención a lo que
sucede antes y después, por eso a continuación repasaremos 6 cosas que deberías
hacer antes de entrenar.
Carga de energía
La comida pre-entrenamiento depende de tus necesidades
calóricas y también de la calidad de procesos digestivos de tu estómago. No
obstante lo común es comer una u hora y media antes de entrenar con algo de
carbohidratos y proteína. Esto te servirá para garantizar unos buenos niveles
de energía durante el entreno y favorecer la reparación de las fibras musculares
durante y después del mismo.
Hidratación
La hidratación es tal vez la parte a la que menos se le
presta atención y muchas veces la razón principal para experimentar fatiga
prematura o no poder rendir a un alto nivel durante el entrenamiento. El
American College of Sports Medicine recomienda que las personas regularmente
activas y deportistas consuman entre 400-500ml de agua antes de entrar en acción.
Si no eres de los que puede tomar tanta agua en un solo
instante, prueba a hacerlo con pequeños tragos cada 5 o 10 minutos iniciando
desde que realizas la comida pre entrenamiento, con ello también facilitarás la
digestión de lo que consumas.
Suplementos
Los suplementos que actúan como pre entrenamiento no son
precisamente necesarios pero si tienes las facilidades económicas para
adquirirlos pues bienvenidos sean. La mayoría de ellos se componen de cafeína y
tienen como fin la aceleración metabólica y un mayor flujo de sangre para mayor
transporte de energía y nutrientes, sin embargo estos mismos efectos se pueden
lograr con algo tan sencillo como un café, té verde o energizantes naturales.
Consúmelos media hora antes para llegar a tope al entreno.
Revisa tu rutina del
día
Si hay una garantía para el fracaso es no planear. Así como
en las empresas tienen algo estructurado para lograr sus metas durante el año,
igual ocurre con tus entrenamientos. Asegúrate de tener tu plan de
entrenamiento diseñado y organizado con antelación; no llegues a improvisar y
echar mano de ejercicios y números de repeticiones al azar. Si quieres buenos
resultados, preocúpate también por prepararte para conseguirlos.
Calentamiento
aeróbico
Un calentamiento aeróbico permitirá elevar progresivamente
la temperatura del cuerpo, empezar a preparar las articulaciones, músculos y
huesos para recibir cargas intensas, promueve un mayor riego sanguíneo para
llevar más nutrientes y energía a los músculos y es la mejor manera de prevenir
lesiones durante el entrenamiento. No se trata de hacer un trabajo de alta
intensidad sino de llevar un ritmo moderado. Cuando empieces a sudar ya tienes
una señal de estar en temperatura adecuada para pasar a la siguiente fase del
entrenamiento.
Calentamiento
específico
No hay nada peor que un calentamiento corto y entrar de una
a cargar pesos descomunales, hacer Sprint a máxima velocidad o hacer un trabajo
pliométrico de alta intensidad. Asegúrate de hacer un calentamiento específico
de acuerdo al objetivo del entrenamiento que tienes ese día. Los ejercicios
coordinativos y dinámicos son una buena apuesta para ello.
Un saludo.
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