miércoles, 17 de diciembre de 2014

¡Hago dieta, ejercicio y no bajo de peso! Enfermedades que pueden interferir en el adelgazamiento


La frase ¡Hago dieta y no bajo de peso! Ya fue pronunciada al menos una vez en la vida por todas aquellas personas que luchan contra la báscula. En algunos casos, puede ser falta de dedicación y disciplina en la reeducación alimentaria, esenciales para que la dieta de adelgazar tenga éxito y los resultados esperados.

En otros casos, algunas enfermedades pueden interferir en este proceso  e impedir que una persona consiga llegar a su peso ideal a través de una simple dieta saludable. Algunas enfermedades realmente pueden afectar la capacidad de adelgazar, conózcalas:

Debes estar atento si solías tener el peso estable, por ejemplo, y empezaste a engordar de la noche para la mañana sin haber cambiado demasiado su alimentación. Algunas enfermedades que pueden ser las responsables por este cambio son el hipotiroidismo, síndrome de Cushing ou hipercortisolismo e Síndrome de ovario poliquístico.

El hipotiroidismo  es una disfunción en la tiroides, glándula que regula importantes órganos del cuerpo, que ocurre normalmente en mujeres, sobre todo después de los 30 años. Los síntomas son depresión, desaceleración de los latidos cardiacos, dolores musculares, piel seca, caída de pelo, aumento de peso o colesterol.


El síndrome de Cushing ou hipercortisolismo ocurre cuando hay un intenso y prolongado exceso de cortisona en el organismo. Entre los señales de esta enfermedades están el aumento de peso, grasas concentradas en el rostro, tronco y cuello, oscurecimiento de la piel y cicatrices, estrías morado, debilidad muscular, depresión, pérdida de memoria e hipertensión.




En cuanto al Síndrome de ovario poliquístico, esta ocurre cuando hay producción excesiva de insulina. La mujer que tiene ovario poliquístico produce una cantidad mayor de hormonas masculinas, lo que puede afectar su fertilidad. Los indicios de estos problemas son alteraciones menstruales, aumento de pelos en la cara, senos, abdomen, además de obesidad.



La obesidad también puede estar relacionada con factores emocionales.  La obesidad y depresión pueden tener fuerte relación. La obesidad aumenta el riesgo de depresión y la depresión puede ser el primer paso para la obesidad.



Un saludo.


H.V.E.S

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