La frase ¡Hago dieta y no bajo de peso! Ya fue pronunciada
al menos una vez en la vida por todas aquellas personas que luchan contra la
báscula. En algunos casos, puede ser falta de dedicación y disciplina en la
reeducación alimentaria, esenciales para que la dieta de adelgazar tenga éxito
y los resultados esperados.
En otros casos, algunas enfermedades pueden interferir en
este proceso e impedir que una persona
consiga llegar a su peso ideal a través de una simple dieta saludable. Algunas
enfermedades realmente pueden afectar la capacidad de adelgazar, conózcalas:
Debes estar atento si solías tener el peso estable, por
ejemplo, y empezaste a engordar de la noche para la mañana sin haber cambiado
demasiado su alimentación. Algunas enfermedades que pueden ser las responsables
por este cambio son el hipotiroidismo, síndrome de Cushing ou hipercortisolismo
e Síndrome de ovario poliquístico.
El hipotiroidismo es
una disfunción en la tiroides, glándula que regula importantes órganos del
cuerpo, que ocurre normalmente en mujeres, sobre todo después de los 30 años.
Los síntomas son depresión, desaceleración de los latidos cardiacos, dolores
musculares, piel seca, caída de pelo, aumento de peso o colesterol.
El síndrome de Cushing ou hipercortisolismo ocurre cuando hay un intenso y prolongado exceso de cortisona en el
organismo. Entre los señales de esta enfermedades están el aumento de peso,
grasas concentradas en el rostro, tronco y cuello, oscurecimiento de la piel y
cicatrices, estrías morado, debilidad muscular, depresión, pérdida de memoria e
hipertensión.
En cuanto al Síndrome de ovario poliquístico, esta ocurre
cuando hay producción excesiva de insulina. La mujer que tiene ovario
poliquístico produce una cantidad mayor de hormonas masculinas, lo que puede
afectar su fertilidad. Los indicios de estos problemas son alteraciones
menstruales, aumento de pelos en la cara, senos, abdomen, además de obesidad.
La obesidad también puede estar relacionada con factores
emocionales. La obesidad y depresión
pueden tener fuerte relación. La obesidad aumenta el riesgo de depresión y la
depresión puede ser el primer paso para la obesidad.
Un saludo.
H.V.E.S
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