Un estudio relaciona el consumo de
refrescos con los niveles de agresividad infantil
El alto contenido en azúcar de los refrescos y otras bebidas
similares -hasta ocho cucharadas soperas en una sola lata de cola-, es uno de
los principales culpables del aumento de peso entre las nuevas generaciones, y,
por ende, de los elevados índices de obesidad, que crecen notablemente entre
mayores y niños.
Las llamadas 'calorías vacías', que no aportan nutrientes y son
sólo un extra de energía, se esconden en este tipo de alimentos y bebidas procesadas,
altas en azúcares, sales y grasas. Lo que no estaba tan claro hasta el momento
es el efecto que este tipo de bebidas tiene en el carácter y comportamiento de los
niños.
Uno de los estudios recientes en este sentido es el que
sacaba a la luz hace unos días la publicación norteamericana sobre salud infantil
Journal of Pediatrics. Los datos, que se corresponden con la población infantil
en Estados Unidos, resultan ciertamente alarmantes: hasta el 45 por ciento de
los menores de 5 años consumiría una lata de refresco al día, y un 4 por ciento
llegaría a las cuatro latas o vasos diarios. El estudio relacionaba de igual
modo la incidencia de los casos de agresión y mala conducta entre los niños con
el mayor o menor consumo de bebidas azucaradas.
La explicación está en la fórmula (no tan secreta) de estas
bebidas: agua carbonatada, jarabe de maíz, aspartamo, benzoato de sodio y
cafeína son la base de refrescos y sodas; un cóctel de excitantes que estimulan
la corteza cerebral en varios niveles, y que tendrían, según el estudio, un
impacto directo en los niveles de atención de los 'niños', así como en el
incremento de conductas agresivas en casa o en el 'colegio', e incluso
sensación de 'ansiedad' en el caso de verse privados de estas bebidas después
de un consumo prolongado.
Los resultados, evaluados sobre una muestra de hasta 3000
niños, parten de una escala de conducta de entre 0 y 100 puntos, siendo cien el
máximo en lo que a agresividad infantil se refiere. Por norma, los niños de 5
años puntuarían en torno a los 56 puntos; un índice que se eleva a 57 en el
caso de los niños que consumen una lata de refresco al día, 58 para los que
consumen dos latas y 62 para los niños que beben cuatro o más latas al día.
Las alternativas: agua, jugos de frutas naturales y leche
con bajo contenido en grasa, serían las bebidas más saludables para mantener
los niveles de azúcar a raya entre los niños, limitando el consumo de las
bebidas gaseosas a modo de premio, o en una ocasión especial.
Un saludo.
Juan Carlos.
H.E.V.S









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