Cuando quieres mejorar tu composición corporal, bien sea perder
grasa o aumentar masa muscular lo primero que debemos mejorar es la sensibilidad a la insulina.
La sensibilidad a la insulina es la relación entre la
cantidad de insulina que se necesita producir para depositar cierta cantidad de
glucosa. Tienes una buena sensibilidad a la insulina cuando sólo segregas una
pequeña cantidad para transportar/depositar "x" cantidad de glucosa,
eres resistente a la insulina o tienes una sensibilidad de insulina pobre
cuando necesitas mucha más insulina para depositar la misma cantidad de
glucosa.
Cuando tu sensibilidad a la insulina es baja o tienes
resistencia a la insulina te cuesta muchísimo perder grasa porque es más
probable que la mayoría de los alimentos que consumes se reserven en forma de
grasa.
Una sensibilidad a la insulina pobre además de incrementar
la acumulación de grasa e impedir el aumento de masa muscular causa otro tipos
de problemas como: disminución de tu
desempeño atlético, insomnio, cansancio extremo, mala recuperación luego del
entrenamiento, mayor dolor muscular luego de entrenar, eres más propenso a
padecer diabetes, triglicéridos etc.
Ahora, hay cosas que puedes hacer en el día a día para
mejorar tu sensibilidad a la insulina.
Haz pesas. El
entrenamiento anaeróbico es absolutamente necesario para mejorar la
sensibilidad a la insulina porque tus células musculares pedirán a gritos combustible
después de entrenar. Luego de entrenar tú sensibilidad a la insulina mejora
notablemente en las próximas 24 horas. Al construir más musculo aumenta la
demanda global de energía. Por cada 10% de masa muscular que aumentas, reduces
aproximadamente un 11% la resistencia a la insulina.
Además, al aumentar musculo mejoran los niveles proteínas y
enzimas implicadas en la señalización de la insulina (la capacidad que tiene la
insulina de unirse a la célula para permitir que la glucosa entre) y el
almacenamiento de glucógeno.
Debes entrenar pesado e intenso para realmente incrementar
la demanda de energía.
Come Mejor. Una
dieta alta en proteína, 2 g de proteína por kilo, ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina. Se
inteligente a la hora de elegir carbohidratos, elige aquellos de carga glucémica media, altos en fibra y libres de azúcar, consúmelos en la mañana y después de entrenar, en la
noche la sensibilidad a la insulina es menor. Come siempre el carbohidrato
acompañado de proteína porque ella hace que el azúcar en la sangre sea más
bajo, "detiene" al carbohidrato.
Buenas fuentes de
carbohidratos: avena en hojuelas, batata, frutas, granos, quínoa, arroz
integral. Apóyate muchísimo en los vegetales sobretodo en la noche.
Si ya fuiste diagnosticado con resistencia a la insulina,
debes llevar una dieta especial baja en carbohidratos asesorada bajo un
nutricionista de la mano con tu endocrinólogo.
Incluye alimentos que
mejoran la sensibilidad a la insulina, consume estos alimentos cuando comas
algo alto en carbohidratos. Vinagre (sobre todo de manzana), té verde, canela,
mejoran la habilidad que tiene el cuerpo de reservar los carbohidratos como
glucógeno en lugar de grasa.
Por ejemplo, el vinagre es buenísimo para mejorar la función
pancreática de manera que tu cuerpo libera menos insulina en respuesta al
carbohidrato que consumiste.
Suplementa y consume
alimentos ricos en omega 3. Cápsulas de aceite de pescado o linaza, nueces,
salmón, sardinas, semillas de Chía o linaza molida. Esta grasa es utilizada por
el cuerpo para construir la capa lipídica exterior que protege las células.
Esto mejora la sensibilidad que tienen las células a la insulina.
Evita a toda costa las grasas trans saturadas, margarinas,
aceites vegetales parcialmente hidrogenados y frituras.
Suplementa y aumenta
los alimentos altos en magnesio. El magnesio un mineral que afecta muchísimo
la sensibilidad a la insulina, ya que actúa como un sensibilizador natural de
la insulina, ejerce efectos positivos sobre los receptores de insulina en cada
célula del cuerpo.
Alimentos como vegetales verdes sobre todo de hoja, semillas
de calabaza, almendras y brócoli.
Aumenta el almidón
resistente en tus carbohidratos. El almidón resistente es un tipo de
almidón que no se digiere en el estómago o el intestino delgado, llega a él
colon intacto.El almidón resistente no eleva glucosa en sangre o insulina
y esas calorías provenientes de este almidón prácticamente no cuentan .Éste tipo
de almidón resistente no se comporta igual al almidón regular. Hay alimentos
que cuando los cocinas, dejas enfriar, y vuelves a calentar, elevan su almidón
resistente y por ende elevan menos glucosa en sangre... ¿por qué? Porque este proceso cambia la estructura de los
carbohidratos y por eso la respuesta de glucosa en sangre se reduce
notablemente. ¿Cuales? Arroz, granos, batata/papa y plátano.
Cuida la cantidad de
fructosa que consumas y no endulces con ella. El exceso de fructosa, sobre
todo la que es añadida a los alimentos para endulzar, causa resistencia a la
insulina y está vinculada con el aumento de la grasa abdominal. Aunque la
fructosa es procesada por el hígado y no estimula la secreción de insulina como
la glucosa, cuando se consume más fructosa que la que el hígado puede manejar,
causa problemas metabólicos e interfiere con la señalización de la insulina,
sin mencionar que ese exceso se almacena en forma de grasa.
¿Cómo saber si tienes
una sensibilidad a la insulina pobre? Observa bien cómo te sientes luego de
comer carbohidrato, ¿te cuesta rebajar? ¿Acumulas mucha grasa abdominal? ¿Estás
cansado y no rindes bien? ¿Te cuesta aumentar musculo pero engordas fácil?
Igualmente recomiendo ir a un endocrinólogo que haga un examen exhaustivo,
estos problemas pueden corregirse bajo la asesoría adecuada. Tengas o no
resistencia a la insulina estos tips igualmente van a ayudarte muchísimo.
Un saludo.
H.E.V.S
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